Decir lo máximo con lo mínimo; eso es lo que consigue El Roto con sus viñetas diarias en El País. Ayer publicó una que resume perfectamente la injusticia sideral que España está perpetrando contra los ancianos de las residencias. Y la está perpetrando con la complicidad de todos los estamentos de la sociedad, también de un sector amplio de la ciudadanía, que mira cobardemente para el otro lado, en un silencio ominoso, en un silencio cómplice. Ni siquiera ahora, las autoridades, esos seres inmisericordes, se dignan en “permitir” que los ancianos doblemente vacunados salgan de las cárceles en que se han convertido las residencias. ¿Hasta cuándo permitiremos tamaño ultraje?
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